Segunda jornada del curso de la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos
El filósofo iraní Ramin Jahanbegloo alerta que la espiral de acción y reacción a cuenta del incremento de la violencia terrorista de signo islamista puede tener consecuencias muy negativas para la convivencia en Europa. “La islamofobia”, declaró hoy en la segunda jornada del curso de verano organizado por la Cátedra Unesco, “es una amenaza para nuestra democracia, el pluralismo y el valor de la diversidad”.
Todos esos principios sustantivos, subrayó, son los que precisamente han definido al Viejo Continente desde la Revolución Francesa. “Europa siempre ha representado la defensa de los derechos humanos”, enfatizó. En su opinión, la islamofobia “es una forma de discriminación y de racismo, porque convierte a los musulmanes en ciudadanos de segunda clase”.
Los atentados de Charlie Hebdó, que acabaron con la vida de doce personas en París, han intensificado la fractura intercultural en Francia y los países del entorno. Desde entonces, advierte el intelectual de origen iraní, se ha incrementado la “sospecha, los prejuicios, la ignorancia y el hostigamiento físico y verbal”, contra toda la población musulmana europea. En ese sentido, Jahanbegloo lamenta que una inmensa mayoría no sepa distinguir entre islamistas y musulmanes.
“La islamofobia no es solo un peligro para los musulmanes”, argumentó, “sino para todos nosotros” porque se trata de una forma de “humillación y violación de la dignidad” de seres humanos. Para entender esta perspectiva, citó la cuestión de la mujer y la vulneración de sus derechos en el fenómeno de la violencia machista. “No es un problema
de la esfera privada”, proclamó, “sino pública”.
Según dijo, el “terrorismo y la islamofobia crean inseguridad y son una amenaza contra el arte de vivir juntos”. Esta dinámica propicia el “miedo al islam”, lo que, a juicio de Jahanbegloo, es sumamente “peligroso” y alimenta los “prejuicios”. Pero no nos enfrentamos a un problema recién creado. “La islamofobia tiene raíces históricas”,
sostiene. El rechazo a la religión musulmana ya tiene su precedente en las Cruzadas o en la guerra contra el Imperio Otomano. “Mahoma era visto como un anticristo y destructor de iglesias africanas”, asegura.
Para combatir este creciente enfrentamiento cultural, el politólogo iraní insistió en mirar hacia el espejo de Al Andalus. “La idea de Córdoba está basada en el principio de la humanidad común”, señaló. “Averroes, que era musulmán, fue una fuente de inspiración para Maimónides, que era judío, y también para Santo Tomás de Aquino”. Desde esa óptica, defendió el valor de la religión como instrumento “mediador”. “Si fue posible entonces”, dijo en referencia al Paradigma de Córdoba, “puede volver a serlo ahora"